¡Hola a todos! Tras un día de descanso, vuelve la actividad a CLI con una reseña de Marvel, ya que hacía ya unas semanas que no le dedicábamos un espacio a la Casa de las ideas. En este caso, vamos a hablar de un evento que supuso un antes y un después en la continuidad de una de sus marcas más famosas: los Vengadores. Así pues, hoy reseñaremos Vengadores desunidos, firmado por el gran Brian Michael Bendis y por David Finch. ¡Vamos a ello, y cuidado, que hay spoilers!
Brian Michael Bendis es un autor muy ligado al mundo de los superhéroes. Previo a su entrada en Marvel, tuvo una dilatada trayectoria en Image Comics, firmando títulos como Goldfish, Jinx o Powers. En Marvel, es la cabeza detrás de la idea de Civil War, y ha firmado otras historias insignes como Nuevos Vengadores, Secret War o Invasión Secreta. También contribuyó a la creación de personajes como Jessica Jones y ha firmado buenas etapas en la serie regular de Daredevil. Recientemente ha trabajado para DC, en la serie regular de Superman, así como en la Legión de Superhéroes. Por su parte, David Finch es un dibujante que ha trabajado en varios de los trabajos de Bendis, así como en otros como Moon Knight, Spider-Man, X-Men, Superman y Batman.
Bendis fue muy valiente al utilizar un emblemático número 500 de la serie para deconstruir sin piedad al equipo central de los Vengadores. Fue su primer trabajo en este sello y quiso hacerlo a lo grande, quitando del mapa a personajes como Ant Man, Visión o Hawkeye. Por un lado, vemos a Iron Man trastornado en la sede de la ONU increpando al representante de Latveria por sucesos anteriores, lo que provoca su veto y prácticamente su expulsión del grupo. Por otro lado, la sede de los Vengadores es atacada por Visión, lo que provoca la muerte de Ant Man y la ejecución de Visión por parte de Hulka, antes de ser todos atacados desprevenidos por réplicas de Ultrón.
Pero, ¿por qué ataca Visión en primera instancia, si es un vengador? Esa es la incógnita del cómic, que queda resuelta en el tercer número del tomo: la Bruja Escarlata está manipulando a ciertas personas para poder llevar a cabo su deseo de resucitar a sus hijos y tener una vida feliz. Por tanto, y con la ayuda del Dr. Extraño, darán con ella para intentar hacerla entrar en razón o, sino, confrontarla. Extraño acaba venciendo a Wanda Maximoff y entregándola a su padre, Magneto, quien la pone a buen recaudo junto al profesor Xavier. Esta historia no es más que el preludio de Dinastía de M, trama que reseñamos unos meses atrás.
Puestas en el tablero las piezas para la siguiente saga, sólo quedaba saber qué iba a pasar con los Vengadores. Con un Iron Man sin credibilidad y arruinado, todo parece llevar a la disolución del grupo. Es entonces cuando, en un número llamado Avengers: Finale, incluido en el tomo, todos los integrantes vivos del grupo recuerdan con cariño y nostalgia las grandes hazañas que han llevado cabo en los cuarenta años de vida en aquel lejano 2004. Un homenaje precioso a la etapa clásica del grupo, que daba punto y final para contar otras historias como Civil War.
El transcurso de la historia se me hace difuso a veces, y me cuesta seguir el hilo, algo que no es síntoma de un buen guion. Esto lo puliría Bendis en trabajos futuros. Por su parte, David Finch hace un trabajo espectacular mostrando las peleas, la violencia y la tensión constante que hay en este cómic. ¿Es un cómic que recomiende? Definitivamente. Es el punto y final de una etapa y el comienzo de otra, y es una historia que recomendaría a cualquiera que quiera leer algo de Marvel sin tener que recurrir a toda la historia anterior. A partir de aquí, se suceden multitud de sagas que iremos reseñando y que bien merecen su reconocimiento, aunque no pertenezcan a los años dorados del sello editorial. Es entretenida, aprendes mucho del lore de Marvel y te da la opción de emocionarte con ese capítulo final. Puedes hacerte con un ejemplar aquí.
Contra la inercia 